Tratar de hacer una obra sin tiempo, que
este unida a una verdad existencial, es muy difícil, porque primero debemos
aceptar solo lo que “es”, todo atenta contra lo que es, si observamos
detenidamente casi todo tiene un origen arbitrario, limpiarnos de eso es una
tarea ardua, requiere estar atento, permanecer alerta, para evitar dejarse
llevar por la inercia del sin sentido. Esto sin duda, conduce a una soledad
brutal, una posición límite, y su posterior aceptación. Estar siempre de pie,
frente a ese vacío, produce el hecho paradojal de que la obra se eleve. Como decía
un amigo, “Ser un artista es saltar al abismo y sobrevivir.”
Eugenio Cuttica