Y de pronto anochece
Who Wants To Live Forever
¿Quién?
¿Quién escucha a Quién cuando hay silencio?
¿Quién empuja a Quién, si uno no anda?
¿Quién recibe más al darse un beso?
¿Quién nos puede dar lo que nos falta?
¿Quién enseña a Quién a ser sincero?
¿Quién se acerca a Quién nos da la espalda?
¿Quién cuida de aquello que no es nuestro?
¿Quién devuelve a Quién la confianza?
¿Quién libera a Quién del sufrimiento?
¿Quién acoge a Quién en esta casa?
¿Quién llena de luz cada momento?
¿Quién le da sentido a la Palabra?
¿Quién pinta de azul el Universo?
¿Quién con su paciencia nos abraza?
¿Quién quiere sumarse a lo pequeño?
¿Quién mantiene intacta la Esperanza?
¿Quién está más próximo a lo eterno:
el que pisa firme o el que no alcanza?
¿Quién se adentra al barrio más incierto
y tiende una mano a sus “crianzas”?
¿Quién elige a Quién de compañero?
¿Quién sostiene a Quién no tiene nada?
¿Quién se siente unido a lo imperfecto?
¿Quién no necesita de unas alas?
Luis Guitarra
Ver y escuchar:
El recipiente sediento
Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Llegó a una cabaña vieja, sin ventanas y sin techo. El hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra donde protegerse del calor y el sol del desierto. Mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada. Se arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear y a bombear sin parar, pero nada sucedía. Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, y entonces notó que a su lado había una botella vieja. La miró, la limpió de todo el polvo que la cubría, y pudo leer que decía: “Usted necesita, primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marcharse”. El hombre desenroscó la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua. ¡Llena de agua! De pronto, se vio en un dilema: si bebía aquella agua, él podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, y podría tomar toda el agua que quisiese otal vez no. Tal vez, la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada. ¿Qué debía hacer? ¿Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca, o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje? ¿Debía perder toda el agua, con la esperanza de que aquellas instrucciones, poco fiables, escritas no sabía cuánto tiempo atrás, fueran ciertas?
Hormigas
Ausencia
de amar tus ojos dulces,
porque nada te podré dar sino la pena
de verme eternamente exhausto.
No obstante, tu presencia es algo
como la luz y la vida.
Siento que en mi gesto está tu gesto
y en mi voz tu voz.
No quiero tenerte porque en mi ser
todo estará terminado.
Sólo quiero que surjas en mí
como la fe en los desesperados,
para que yo pueda llevar una gota de rocío
en esta tierra maldita
que se quedó en mi carne
como un estigma del pasado.
Me quedaré... tu te irás,
apoyarás tu rostro en otro rostro,
tus dedos enlazarán otros dedos
y te desplegarás en la madrugada,
pero no sabrás que fui yo quien te logró,
porque yo fui el amigo más íntimo de la noche,
porque apoyé mi rostro en el rostro de la noche
y escuché tus palabras amorosas,
porque mis dedos enlazaron los dedos
en la niebla suspendidos en el espacio
y acerqué a mí la misteriosa esencia
de tu abandono desordenado.
Me quedaré solo como los veleros
en los puertos silenciosos.
Pero te poseeré más que nadie
porque podré irme
y todos los lamentos del mar,
del viento, del cielo, de las aves,
de las estrellas, serán tu voz presente,
tu voz ausente, tu voz sosegada.
Vinicius de Moraes
RUTINAS
A un General
Ermitaños
Naranjo en Flor
que el agua blanda
era mas fresca que el rió
naranjo en flor
y en esa calle de hastío
calle perdida
hecho un pedazo de vida
y se marcho.
Primero hay que saber sufrir
después amar, después partir
y al fin andar sin pensamientos
perfume de naranjo en flor
promesas vanas de un amor
que se escaparon con el viento
Después, que importa del después
toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado
eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.
Que le habrán hecho mis manos
que le habrán hecho
para dejarme en el pecho
tanto dolor
dolor de vieja arboleda
canción de esquina
con un pedazo de vida
naranjo en flor
Primero hay que saber sufrir
después amar después partir
y al fin andar sin pensamiento
perfume de naranjo en flor
promesas vanas de un amor
que se escaparon en el viento.
Después, que importa del después
toda mi vida es el ayer
que me detiene en el pasado
eterna y vieja juventud
que me ha dejado acobardado
como un pájaro sin luz.
Un buen poema
En Silencio
vaya hacia ti, como enviado
de algún recuerdo volcado
en una tierra de olvido...
para insinuarte al oído
su agonía más secreta,
cuando en tus noches, inquieta
por las memorias, tal vez,
leas, siquiera una vez,
las estrofas del poeta.
¿Yo?... Vivo con la pasión
de aquel ensueño remoto,
que he guardado como un voto,
ya viejo, del corazón.
¡Y sé, en mi amarga obsesión,
que mi cabeza cansada,
de la prisión de ese ensueño
caerá, recién, libertada
¡cuando duerma el postrer sueño
sobre la postrer almohada!