El conocimiento silencioso


El hombre racional, al aferrarse tercamente a la imagen de sí mismo, se garantiza una ignorancia abismal. Ignora el hecho de que el chamanismo no es cuestión de encantamientos y abracadabras, sino que es la libertad de percibir no sólo el mundo que se da por sentado, sino todo lo que es humanamente posible lograr. Tiembla ante la posibilidad de ser libre, y la libertad está al alcance de su mano.
El problema del hombre es que intuye sus recursos ocultos pero no se atreve a utilizarlos. Por eso dicen los guerreros que el problema del hombre es el contrapunto que crean su estupidez y su ignorancia. El hombre necesita ahora, más que nunca, que le enseñen nuevas ideas que tengan que ver exclusivamente con su mundo interior; ideas de chamanes, no ideas sociales; ideas relativas al enfrentamiento del hombre con lo desconocido, con su muerte personal. Ahora, más que nunca, necesita que le enseñen los secretos del punto de encaje.


Carlos Castaneda

2 comentarios:

  1. Yo personalmente sustituiría donde dice: "el hombre racional" por "el hombre sentimental", e incluso "el hombre animal", ya que el verdadero propósito del hombre racional es y debe de ser siempre precisamente eso: la libertad de lo oculto, las posibilidades no desarrolladas todavía pero inherentes en él, el descubrimiento de la riqueza de ese mundo interior tan poco explorado, su muerte en lo humano para hacer renacer su chispa divina, (esto último es más delicado porque no todos la poseen, alma tenemos todos, espíritu no)...

    SaLu2

    ResponderEliminar
  2. Concuerdo contigo Xim, y Carlos Castaneda tmb, este es apenas un fragmento...
    Hay gente que pareciera que le robaron el espíritu!!! y se les fueron las ganas de vivir, de ser libre, de replantearse a su antojo cuanta significación quiera...
    En fin, un abrazo!

    ResponderEliminar