Para Él


Lejos o cerca, la mujer no hace más que seguir al hombre amado. Una sombra detrás de otra sombra. Condenada a esperarlo, ramera o santa, prostituyéndose, acostándose con otros, con otras… vendiendo su cuerpo para que los demás gocen. O sacrificándose para que los demás vivan… pero siempre guardando la sombra de su amado en su corazón.


Madama Sui

No hay comentarios:

Publicar un comentario