Tracey Hill era niña en un pueblo de Connecticut, y
practicaba entretenimientos propios de su edad, como
cualquier otro tierno angelito de Dios en el estado de
Conecticut o en cualquier otro lugar de este planeta.
Un día, junto a los compañeritos de la escuela, Tracey
se puso a echar fósforos encendidos en un hormiguero.
Todos disfrutaron mucho de este sano esparcimiento
infantil: pero a Tracey la impresionó algo que los demás
no vieron, o hicieron como que no veían, pero que a ella
la paralizó, y le dejó para siempre, una señal en la memoria:
ante el fuego, ante el peligro, las hormigas se separaban
en parejas, y de a dos, bien juntas, bien
pegaditas, esperaban la muerte.
Eduardo Galeano
Qué historia más frikie!!! ¿será eso cierto?...
ResponderEliminarhabrá que probarlo...
beXotes
Xim
Buenas Xim... Galeano es un escritor increíble, en este libro " el libro de los abrazos" se despoja de toda ficción, para narrar en pequeños relatos, historias ciertamente reales, de todo el mundo. Parece mentira, que una simple persona haya podido recolectar tantas y tan profundas. Ademas están escritas con maestría Zen, porque leídas en conjunto, son un viaje directo hacia un puntito, de un puntito, que es un pedacito en la vida de alguien, pero a la vez, conforma al Todo en la vida de TODOS. Nos permite encontrarnos a nosotros en los otros, a partir de hechos simples y cotidianos, pero que incitan a reflexiones sublimes.
ResponderEliminarSaludos, un abrazo!!
Vaya, que interesante exposición la tuya, yo es que soy muy independiente y no creo que me pase como a las hormigas esas...
ResponderEliminarSaLu2 pues
Xim
Si, yo también soy de los independientes, pero la diferencia es que trato de no creer en que si, o en que no... simplemente ser y que eso me acerque o me aleje a quien corresponda.
ResponderEliminarIgual, tengo que admitir, que si bien durmiendo sólo soy muy feliz... abrazando a alguien... lo soy un poco más.
Abrazo
Yo también duermo solo, pero cada día abrazo a más de un tío, bueno, abrazo y beso y etc...
ResponderEliminarAbraZo pues...
Xim