Tú crees que me matas. Yo creo que te suicidas.
Hallarás la distancia que te separa de ellos, uniéndote a ellos.
Cuando me hiciste otro, te dejé conmigo.
Casi no he tocado el barro y soy de barro.
Mis ojos, por haber sido puentes, son abismos.
Han dejado de engañarte, no de quererte.
Y te parece que han dejado de quererte.
Nada no es solamente nada. Es también nuestra cárcel.
El dolor no nos sigue: camina adelante.
En plena luz no somos ni una sombra.
Quien hace un paraíso de su pan, de su hambre hace un infierno.
Quieren perderte, casi por nada.
Y tú quieres salvarte.
¿ Y para qué quieres salvarte... casi por nada ?
Se puede no deber nada devolviendo la luz al sol.
Lleve cada uno su culpa y no habrá culpables.
ANTONIO PORCHIA
Buena selección...
ResponderEliminarSaLu2