Las Puertas de la Percepción (Fragmento)


En tiempos ordinarios, el ojo se dedica a problemas como ¿Dónde?, ¿A qué distancia?¿Cuál es la situación respecto a tal o cual cosa?En la experiencia de la mezcalina, las preguntas implícitas a las que el ojo responde son de otro orden. El lugar y la distancia dejan de tener mucho interés.La mente obtiene su percepción en función de intensidad de existencia, de profundidad de significado, de relaciones dentro de un sistema.Veía los libros, pero no estaba interesado en las posiciones que ocupaban en el espacio. Lo que advertía, lo que se grababa en mi mente, era que todos ellos brillaban con una luz viva y que la gloria era en algunos de ellos más manifiesta que en otros.En relación con esto la posición y las tres dimensiones quedaban al margen. Ello no significaba, desde luego, la abolición de la categoría del espacio.Cuando me levanté y caminé pude hacerlo con absoluta normalidad, sin equivocarme en cuanto al paradero de los objetos. El espacio seguía allí. Pero había perdido su predominio.La mente se interesaba primordialmente no en las medidas y las colocaciones, sino en el ser y el significado. Y junto a la indiferencia por el espacio, había una indiferencia igualmente completa por el tiempo. -Se diría que hay tiempo de sobra. –

Era todo lo que contestaba cuando el investigador me pedía que le dijera lo que yo sentía acerca del tiempo.


Aldus Huxley

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